El derecho de usufructo puede otorgarse a diversas partes, y las situaciones pueden variar.
Comúnmente, el usufructo se otorga a través de testamentos, donde un propietario designa a un usufructuario específico.
Sin embargo, también puede establecerse contractualmente entre partes vivas, como en el caso de un acuerdo entre familiares o socios de negocios.
En términos generales, el usufructo puede ser concedido a una persona específica o incluso a una entidad, dependiendo de la voluntad del propietario.